¡Hola! te doy la bienvenida a una edición más de este newsletter, y sin más preámbulo comencemos. Aquí tienes 1 Emoción, 3 Frases y 1 Reflexión para considerar esta semana.

UNA EMOCIÓN

WYTAI

Hay una pequeño párrafo que leí hace unos días en el Calendario de Sabiduría de Leo Tolstoi. Es una cita de William Paley. Te la quiero compartir:

“Imagina una bandada de palomas en un campo de trigo. Imagina que 99 de ellas, en lugar de picotear el trigo que necesitan y utilizarlo de acuerdo con sus necesidades, empiezan a formar un gran montón con él.

Imagina que no se quedan con mucho trigo, sino que destinan ese gigantesco montón de trigo al miembro más vil y ruin de la bandada. Imagina que todas se sientan en círculo y contemplan a esa paloma, que dilapida y despilfarra esa riqueza.

Y después, imagina que se precipitan sobre una paloma débil, la más hambrienta de todas, que coge un grano del montón sin permiso, y la castigan. Si eres capaz de imaginar esto, podrás comprender el comportamiento cotidiano de la humanidad.”

Probablemente, cuando el señor Paley escribió esto estaba experimentado una emoción llamada wytai, un sentimiento que probablemente todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas.

Wytai se refiere a esa emoción que nos sobreviene cuando, de pronto, una característica de la sociedad moderna nos parece absurda y grotesca. Wtai nos produce sensaciones de profundo rechazo, de desencanto, pero al mismo tiempo, surge acompañada de una cierta resignación, porque sabemos que, en el fondo, no hay nada que podamos hacer para cambiar la situación.

La última vez que experimenté wytai fue hace unos días, cuando con mi esposa revisábamos la posibilidad de instalar algunos paneles solares en la casa y reducir nuestro consumo de energía. El desencanto llegó cuando descubrimos que instalarlos está regulado por el estado y que requerimos un contrato especial para hacerlo. No hacerlo de esa manera es ilegal.

¡Que horrible pagarle al gobierno para usar la energía del sol! ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Que ilógico, que frustrante.

Y ese fue mi momento wytai de la semana 😡.

TRES FRASES

Para terminar de desencantarnos con la sociedad en la que vivimos:

Autor desconocido.

“Durante siglos, el hombre ha intentado ser como una máquina. Aprendió a llegar a tiempo. Aprendió a repetir después del maestro. Aprendió a hacer tareas repetitivas de manera confiable. Las máquinas ahora son mejores máquinas que el hombre. El hombre ahora debe aprender a ser hombre.”

Tomada de la cuenta de Twitter Existential Comics:

“La parte más divertida de la ideología capitalista es que alguien logró convencer a todos de que "libertad" significaba algo como ... la libertad de elegir entre 63 tipos de champú, y no la libertad de dejar un trabajo que odias sin perder tu seguro de salud”
  • Bill Watterson, dibujante y autor estadounidense
“Tener una carrera envidiable es una cosa, y ser una persona feliz es otra. Crear una vida que refleje tus valores y satisfaga tu alma es un logro raro. En una cultura que promueve implacablemente la avaricia y el exceso como la buena vida, una persona feliz haciendo su propio trabajo generalmente se considera excéntrica, si no subversiva. La ambición solo se entiende si se trata de ascender a la cima de una escalera imaginaria de éxito. Alguien que toma un trabajo poco exigente porque le da tiempo para dedicarse a otros intereses y actividades se considera un tonto… como si el título del trabajo y el salario fueran la única medida del valor humano. Se te dirá de cien maneras que sigas escalando y nunca estés satisfecho con dónde estás, quién eres y qué estás haciendo. Inventar el significado de tu propia vida no es fácil, pero aún está permitido, y creo que estarás más feliz con ese problema ”.

UNA REFLEXIÓN

Desde pequeños hemos saturado nuestra mente con todo tipo de información, primero en casa, después en la escuela y durante el resto de nuestra juventud y madurez en el trabajo, como consecuencia creemos que necesitamos continuar añadiendo información para avanzar.

Sin embargo el verdadero conocimiento es simple, directo y profundo: ser amables con los demás, vivir en armonía con la naturaleza, llevar una vida sencilla que nos conecte hacia adentro y no una vida de opulencia que nos desconecte de lo que de verdad somos. Regresar a estas verdades sencillas es de gran importancia, no se trata sólo de filosofar.

Sucesos como la pandemia que ahora enfrentamos nos recuerdan cuan endeble y frágil es el sistema que hemos construido y en el que depositamos todas nuestras esperanzas. La buena noticia es que a medida que estos eventos continúan, se hace cada vez más evidente que en estas verdades sencillas (y en los estilos de vida que de ahí emanan) descansa nuestro verdadero progreso y tranquilidad.

De modo que, aunque esta pandemia y el encierro nos resulte doloroso, también es de gran ayuda para la humanidad, pues está exponiendo las falencias en las que debemos trabajar. Esta iluminando con claridad los caminos que habremos de recorrer para continuar creciendo. Y ese camino es, naturalmente, el retorno a lo que somos, a las verdades sencillas que nos fueron heredadas hace miles de años por los hombres que tenían una sola preocupación: el desarrollo interior de la humanidad.

Sócrates -en palabras del historiador Jenofonte-, creía que los "buenos sistemas educativos" tenían un límite que no debía ser superado. No le gustaban las ciencias muy sofisticadas, porque exigían de quien las practicaba un esfuerzo complementario -y a veces excesivo- que roba tiempo al estudiante de aquello verdaderamente importante: el crecimiento interior y cultivar una vida en armonía.

Pero muchos de nosotros nos hemos olvidado del crecimiento interior y la vida en armonía, porque estamos muy ocupados añadiendo a nuestra mente información y actividades que nos ayude a sostener un sistema que ya no se puede sostener. Un sistema que produce desequilibrio en los ecosistemas naturales, pero que resulta igual de nocivo para nuestro ecosistema interior.

Así que esta pandemia, es en realidad una oportunidad inmensa que se nos presenta para recomponer el camino, para reflexionar acerca de cuanto, la complejidad y la sofisticación del sistema en que vivimos, nos ha alejado de la simplicidad y la naturalidad de nuestro ser.

Todo esto tiene tintes místicos o incluso conspiracionistas, pero estoy dispuesto a correr el riesgo, porque creo que en los estilos de vida sencillos y en las verdades simples (en oposición a los estilos de vida sofisticados y el conocimiento complejo que la sociedad demanda), se encuentran las claves para conseguir la salud mental y emocional que añoramos.

Es más fácil encontrar la tranquilidad si nos sentamos a la orilla de un rio, que quedándonos de pie en medio de un plaza comercial ruidosa... ¿por qué, entonces, seguimos insistiendo en encontrar el bienestar en el segundo y no en el primero? Una respuesta sencilla es porque el sistema no obtiene nada si nosotros decidimos permanecer aunque sea un día al costado de un rio. El sistema actual no nos requiere felices, nos requiere productivos.

De hecho, el estatus quo valora nuestra felicidad solo cuando esta nos hace más productivos. La triste consecuencia es que muchos de nosotros actuamos como dispositivos electrónicos, a los que se les acaba la energía y se les debe recargar para continuar funcionando. Así, nosotros nos estresamos y agotamos y a continuación tomamos unas vacaciones para "recargarnos" y regresar al trabajo, como si ser productivos fuera el propósito fundamental de nuestra existencia.

Pero esta pandemia podría ser un parteaguas, ya no en la historia del mundo, sino en nuestras existencias individuales. De mi parte espero, tal vez con un dejo de ingenuidad, que en décadas por venir algunas personas digan, "hubo una pandemia en el 2020 que me ayudó a darme cuenta que estaba caminando por el camino equivocado, que estaba poniendo toda mi energía, esfuerzo y creatividad en ayudar a sostener un sistema cuyas bases eran frágiles y se habían estancado. Y que me estaba alejando de aquello que verdaderamente importa: vivir en armonía conmigo y el mundo que me rodea."

Hay algo más que me gustaría añadir, para terminar: hace poco leí que el "amor es una manera de experimentar la vida" esto quiere decir que nosotros podemos optar por tomar lo que nos sucede de una manera u otra, en especial los momentos dolorosos. Así, hay personas que pueden lamentarse por el infortunio del confinamiento y el distanciamiento social, en cambio hay quienes pueden advertir en esto una muestra de amor, algo similar a una oportunidad que se nos otorgó para darnos cuenta de que nos estamos dejando arrastrar por la vorágine de la vida moderna, que nos estamos perdiendo en la sofisticación y complejidad de la sociedad contemporánea y alejándonos de la sencillez, la simplicidad y la profundidad que demanda la naturaleza humana para estar en armonía y florecer.

Enviado por
José M. Reyes