¡Hola! bienvenido a una edición más de este newsletter. En cada edición te compartiré 1 emoción poco conocida, 3 frases de pensadores destacados y 1 idea o reflexión personal.

Una cosa más: al final de este mail te platicaré algo que seguro te interesa… Y ahora si, comenzamos:

1 EMOCIÓN

AWUMBUK

¿Recuerdas la última vez que alguien muy querido te visitó por unos días o incluso por una tarde? Disfrutaron el momento, aunque breve, con intensidad: platicaron, compartieron penas y alegrías… y luego llegó el momento temido y se despidieron. Y tú te te quedaste ahí con una extraña sensación de ausencia que no alcanzaste a explicar.

Si alguna vez experimentaste esta mezcla de vacío y melancolía ante la partida de alguien, entonces sentiste awumbuk.

Awumbuk es una emoción empleada por la tribu Baining en Papúa Nueva Guinea, que describe la sensación de melancolía y abandono que nos sobreviene cuando una persona que nos ha visitado se acaba de marchar.

La escritora Tiffany Watt en su libro The Book of Human Emotions, lo explica de una manera muy bella:

“El espacio que estaba tan lleno ahora parece extrañamente amplio. Y aunque a menudo hay alivio, también nos quedamos con una sensación apagada: como si una niebla hubiera descendido”.

Además de ser una emoción, los baining tienen un ritual para cuando awumbuk se presenta: cuando el visitante se ha marchado, llenan un recipiente con agua para capturar toda la energía negativa que aun permanece y al día siguiente la tiran, para deshacerse de esos sentimientos y continuar con su vida.

3 FRASES

Carl Jung, psiquiatra y psicoanalista suizo:

“No podemos cambiar nada hasta que lo aceptemos. La condena no libera, oprime”

Denis Waitley, orador, consultor y escritor estadounidense:

“Cambia lo que puedes cambiar, acepta lo que no se puede cambiar y retírate de lo que no se puede aceptar”

Miles Neale, psicoterapeuta estadounidense

“La autoculpabilidad es un segundo agresor interno que puede hacernos sentir víctimas mucho después de que el daño externo se ha hecho. La autocompasión es como aplicar primeros auxilios a una herida y es el primer paso necesario para cualquier proceso de curación”

1 REFLEXIÓN

«Acéptate a ti mismo” Suena bien, pero…

¿Cómo compaginas la aceptación de ti mismo con la evolución?

Después de todo ¿Qué es más importante para ti, aceptarte o crecer?

Desde que recuerdo tuve problemas con esa expresión. Supongo que esta tensión la experimenta cualquiera que esté haciendo un trabajo de crecimiento.

¿Si algo de mi me disgusta por qué lo aceptaría? ¿No acaso el crecimiento personal significa evolucionar aquello que no te gusta de ti? ¿Cómo, entonces, alcanzo la mejor versión de mi si todo lo que tengo que hacer es aceptarme?

O es que ¿al aceptarme, como por arte de magia, libero mi potencial? No me suena muy convincente… ¿a ti?

Tiempo después comencé a ver esta frase desde otra perspectiva: aceptarte a ti mismo no es acerca de aceptar lo que eres, como una verdad inmutable, sino acerca de tenerte paciencia, acerca de respetar tus tiempos, tu proceso, tus estados de animo y tu camino de evolución.

Suena un poco forzado, lo sé, pero permíteme elaborar mi punto.

Cuando aceptas algo de ti, digamos tu ira, dejamos de generar tensión y podemos concentrarnos en trabajar en ella.

No es una actitud de: hey, soy un iracundo y deben aceptarme como soy, porque yo ya aprendí a aceptarlo. No. Es más bien, algo así como: Soy iracundo y al aceptar que lo soy, puedo comenzar a trabajar en transformar mi ira en una energía distinta.

Un alcohólico no comienza el camino de recuperación, sin haber primero aceptado que es alcohólico. Es el mismo principio que habremos de seguir para evolucionar cualquier aspecto de nosotros.

Para mi: “aceptarte a ti mismo” no es un llamado para aceptar todo aquello que eres, sino un llamado para comprender que no es posible cambiar aquello que no hemos reconocido como parte de nosotros.

Aceptas algo de ti que quieres evolucionar. Eres paciente con ese algo. Y comienzas a caminar hacía la dirección a la que quieres llegar.

Hay ciertas cosas que no podemos cambiar, es cierto, por ejemplo, una enfermedad para la que no se ha encontrado cura o las consecuencias inevitables de un accidente grave, como la perdida de una pierna.

Esas son cosas que irremediablemente escapan de nuestro dominio de acción e incluso de nuestra influencia.

En esos casos, mi fórmula es la siguiente:

Acepta lo que NO puedes cambiar y ten paciencia con lo que si puedes cambiar mientras lo transformas.

Y ese es mi punto final. La paciencia es tan importante en el camino de evolución personal, como lo es la aceptación. Al tener paciencia contigo mismo, eliminas la tensión innecesaria  y como consecuencia sufres menos en tu camino de transformación.

Así que quiero cerrar esta reflexión, invitándote a que practiques la paciencia contigo.

La sociedad nos ha enseñado la importancia de ser pacientes con todos, con los vecinos, con los familiares, con los amigos, pero no nos han enseñado la importancia de ser pacientes con nosotros mismos.

Y créeme: tenerte paciencia es tan importante (o más) que tenerle paciencia a otros.

«Acepta lo que no puedes cambiar y ten paciencia con aquello que si puedes evolucionar»

Enviado por
José M. Reyes